Ok, respecto al tema, la «cuestión sinóptica» comienza debido a los paralelos (y diferencias) que hay entre estos 3 Evangelios (de ahí su denominación de «sinópticos»); este problema del quién copia a quién no tiene una resolución sencilla, tampoco definitiva, por lo cual me remito inmediatamente a la utilización de la teoría de las 2 fuentes (bastante extendida hoy en día), y a pesar de que resuelva bastantes puntos la teoría no es perfecta, pero, al menos, sirve para ilustrar al lector un método natural por el cual se repiten ciertos pasajes. El Evangelio de Juan por su parte queda como caso aislado debido a su particularidad.
El tema se viene tratando desde el s. XVIII por lo cual me imagino que quedaré chico con un simple «post», pero bueno, no pretendo escribir un libro asi que vamos a lo central del asunto:
Un argumento simple pero bastante efectivo para determinar cuál de los 3 Evangelios fue el primero es la extensión de los escritos; Marcos figura como el mas corto, además, no posee los retoques que tanto gusta el Evangelio de Mateo y a su vez el Evangelio de Lucas posee mayor extensión que los otros 2. Marcos tampoco incorpora la infancia de Jesús (los otros 2 sí) y termina el relato de la resurrección afirmando que las mujeres que allí se encontraban no avisaron nada a nadie por miedo (los versículos siguientes son añadidos, este asunto se tratará mas tarde), por ende, para no dejar a Marcos como mentiroso frente a los futuros redactores me parece bien postular que tanto Mateo como Lucas arreglaron este final (de hecho, el final que se imprime hoy en día en las Biblias debió haber sido un añadido bien temprano) dejando así a Marcos como el primero.
Cabría pensar, además, que alargar un relato es lógico en una secuencia lineal que va de la mas temprana composición a la mas tardía, tanto Mateo como Lucas habrían tenido en sus manos a Marcos, del cual enriquecieron y concretaron a su manera. Otro aspecto que mencionaré de pasada es el «secreto mesianico» en el cual Marcos pone especial énfasis, es decir, presentar a un Jesús que intenta esconder su identidad (algunas veces sin éxito); a pesar de que se pueden deducir diversas teorías al respecto, me parece que dicho secreto es una construcción teológica de Marcos que coincide con el final de su Evangelio («las mujeres no avisan a nadie»), quizá, porque en la primera comunidad se intentaba justificar lo inadvertido que pasó su maestro frente a la comunidad Judía, su plan salvador no fue del todo reconocido por la «ortodoxia» de aquel tiempo, entonces, tenemos aquí -según mi opinión- una construcción teológica temprana que no corresponde con la redacción posterior de Mateo y Lucas.
Otro pequeño pero a su vez convincente argumento es la disparidad de ciertos pasajes, obsérvese, por orden, los siguientes relatos: Mc 1,9-10/Mt 3,13-15/Lc 3,21
Como se ve, Marcos menciona el bautismo de modo simple, ciertamente con algún elemento maravilloso; ahora, en Mateo, el autor intenta arreglar este hecho ya que supone un problema para la temprana Iglesia: un ser sin pecado bautizandose, nada menos que el mismo salvador. De esta forma Mateo inserta un diálogo (vv. 14-15) bastante enigmático con lo cual suaviza el problema. Luego, Lucas, quita por completo de la escena al bautista en los 2 versículos anteriores al relato del bautismo (vv. 19-20) encerrándolo en la cárcel, con lo cual deja claro que el bautista no pudo bautizar a Jesús y así el relato se lee de pasada, aunque el problema aún no se ha solucionado del todo. Finalmente es Juan el que da una brillante solución: omite el relato. Fin de la historia.
Bien, ahora la parte meticulosa del asunto, esta aparente solución consiste en comparar directamente los paralelos y extraer alguna conclusión (siguiendo obviamente el modelo de las 2 fuentes). Procediendo así, con lo primero que nos encontramos es con pasajes que comparten tanto Marcos como Mateo y Lucas, los paralelos son sorprendentes, véase por ejemplo Mt 21,23-27/ Mc 11,27-33 / Lc 20,1-8 aunque la cantidad de paralelos es mucho mayor. Pongo aquí un link donde se pueden comparar muy bien en base a 3 columnas los pasajes antes nombrados (descarga directa, archivo en Word):
La coincidencia es tal que no es posible otorgarle una redacción a partir de la tradición oral, hubo un proceso de copia evidente. Retomando los argumentos de la proridad de Marcos tenemos 2 puntos fundamentales:
- Los relatos de Mateo y Lucas sólo coinciden entre sí cuando el orden de sus narraciones y el vocabulario empleado es igual al de Marcos.
- El orden de las narraciones y los vocablos de Mateo y Marcos pueden coincidir en contra de Lucas y a su vez, Lucas y Marcos pueden coincidir en contra de Mateo; pero, Mateo y Lucas no están de acuerdo entre sí en contra de Marcos, con lo que se puede concluir que Mateo y Lucas bebieron de una fuente anterior: Marcos.
Fuera de esto hay otro hecho curioso, hay pasajes que comparten tanto Mateo como Lucas pero que no tienen texto base en Marcos, algunas veces las similitudes son tan exactas que tampoco es posible ver la utilización de la tradición oral en el asunto, compárse por ejemplo Mt 11,7-11 y Lc 7,24-28. Mateo y Lucas están copiando tanto del Evangelio de Marcos como de otra fuente común, un texto que contiene principalmente dichos de Jesús y que fue utilizada por estos 2 Evangelistas (algunas veces utlizando distintas técnicas de composición). La fuente aquí señalada se denomina fuente Q (del alemán quelle = fuente), un texto hoy perdido del cual no nos ha llegado ninguna referencia pero que se considera indispensable por ciertos investigadores, su reconstrucción en base a la teoría que vengo explicando ha sido llevada a cabo con bastante éxito (aunque con ciertas diferencias) y se pude notar en ella la ausencia de narraciones (salvo unas 3), de conflictos en torno a la Ley, de relatos de la pasión y de apariciones.
La existencia de la hipotética fuente puede reforzarse con el descubrimiento de un evangelio apócrifo en Nag Hammadi (1945), el Evangelio de Tomás, que contiene simplemente dichos de Jesús, no se observan aqui milagros ni acciones como en los Evangelios. Se piensa que Q debió ser similar a este aunque sin el gnosticismo que lo caracteriza.
Finalmente nos quedan pasajes que sólo aparecen en 1 de los Evangelios, sin paralelos. A estos se los denomina «material propio», posiblemente frutos de la tradición oral o creaciones del evangelista.
En resumen: Marcos sería el primer Evangelio del cual se basarían tanto Mateo como Lucas. Estos, además, habrían utilizado a Q en su composición y el material propio antes nombrado.
(«M» y «L» son el «material propio» o tradición oral que utiliza cada Evangelista)
Como dije a principio del post: la teoría no es perfecta pero resuelve muchos puntos. Hay que tener en cuenta que la historia no es estática sino dinámica y que los investigadores no poseen máquinas del tiempo para ver qué cosa efetivamente ocurrió y que no, pero al menos espero que haya quedado claro porqué es tan ingenuo pensar que los paralelos se deben a una clara inspiración del Espiritu Santo cuando la copia de textos existe desde que se inventó la escritura.
Saludos.
[…] la Trinidad, en dos posts que lo tratan bastante in extenso. Otro post nos ha hablado un poco del problema sinóptico, sobre el orden probable de redacción de los Evangelios. Pero otro tema interesante de discutir, […]